- Lourdes Alcorta: Gabinete de PPK es como un sancochado

- Luis Galarreta califica de "huachafada" y "ternurita" pedir aplausos para PPK

- Salaverry: “Este gabinete no nos genera demasiada expectativa”

Éstos son algunos de los titulares recientes que nos han ofrecido los flamantes voceros de Fuerza Popular. La mayoría no esperaba tal rudeza de parte del fujimorismo, hacia una agrupación que es vista, por el público en general, como un potencial aliado. ¡Algunos de sus seguidores votaron por PPK en primera vuelta, para cerrarle el camino a Verónica Mendoza!

Cierto, la segunda vuelta fue muy agria. Pero una vez pasada esta, no se aguardaba tanta piconería, sobre todo viniendo de estos fujimoristas recién llegados. En efecto, uno podría esperarse a este tipo de reacciones en una Cecilia Chacón o un Héctor Becerril, para no hablar de una Marta Chávez o un Pedro Spadaro. La razón es simple, están sufriendo del "síndrome del converso".

En términos académicos este síndrome es definido como "esa amnesia que afecta al que por alguna circunstancia, cambia de identidad y rompe drásticamente con su pasado, con sus señas, con sus pautas culturales para amoldarse y fundirse mejor en la nueva identidad que se le propone."

Pero ¿por qué elegir precisamente a estos conversos como vocero de la bancada? Como explica un político venezolano, refiriéndose a una situación similar ocurría en su tierra:

"Es una cuestión natural, llegaron a una organización nueva y generan mucha desconfianza en los que ya estaban. Tienen que hacer un esfuerzo por reafirmar el compromiso."

Históricamente es conocido el caso de Torquemada, primer inquisidor de España, de quien se decía que "sus aguelos fueron de linage de los Judios" y que fue colocado a la cabeza de esa institución, que tenía precisamente por objeto, perseguir a los falsos conversos judíos.

Los modernos Torquemadas -todo parecería indicar entonces - fueron ex profeso colocados allí, para enseñarle los dientes a los PPKausas. Pero si estos tres han sido los premiados, sin duda no han sido los únicos afectados por el "síndrome del converso". En las redes sociales abundan los neo fujimoristas que, en busca de una chambita cualquiera, se esmeran en criticar con insultos, cualquier cosa que venga del gobierno.

Una sencilla razón de sana profilaxis, aconseja bloquear al remitente de esos mensajes tóxicos.