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La vaina esta del indulto humanitario

Publicado: 2012-10-04

Nauseabunda ha resultado para la mayoría esta batalla mediática desatada en torno a la cuestión del indulto humanitario a Fujimori. Y es que, más allá de la cuestión eminentemente técnica sobre el real estado de salud del reo, se esconden los rezagos de un vetusto debate, concluido tras  la caída del muro de Berlín y el desplome de la utopía marxista, y que aparentemente sólo en el Perú no ha sido superado. Y no ha sido superado porque en el fondo, y también en la forma, nadie ha asumido responsabilidades en el derrame de sangre propiciado por esa utopía, que no era, ni de lejos, patrimonio exclusivo de Sendero Luminoso.

Porque lo cierto es que quienes ahora pretenden erigirse en únicos e incorruptibles guardianes de los valores democráticos y en la reserva moral de de nuestra sociedad, encaramados en el caballito de batalla de una institucionalidad constitucional que les es enteramente nueva, son los mismos que hace unas tres décadas no cejaban en sus afanes por destruir precisamente esa “democracia burguesa” y el orden constitucional del “viejo Estado caduco y corrupto”, contribuyendo, de manera proactiva, a crear un clima en el cual el uso de la violencia aparecía como un recurso político legítimo. Y esa transformación sibilina es algo que resulta inaceptable, incluso para quienes nos oponemos al indulto al reo.

Que esta cuestión del indulto se inscribe dentro de ese debate, no queda ninguna duda. Solo basta con ver cómo, ni bien planteada la cuestión del indulto humanitario, saltó a primera la plana, de parte y otra, el tema de la lucha contra el terrorismo, en la cual cada una de las partes pretende asignarse a sí misma un rol crucial.

Si hacía falta, este evento ha sido una nueva prueba de que a estas alturas, de reconciliación cero, y que la Comisión que fue creada con el mandato expreso de conseguirla fracasó en toda la línea. A ningún ojo imparcial podría extrañar que ni Fujimori ni sus seguidores estén llanos a reconocer los delitos que les han sido probados y por los que el ex mandatario ha sido justamente condenado, si quienes propiciaron ese baño de sangre no sólo no reconocen ninguna responsabilidad en él, sino que además, tras haberse pasado subrepticiamente al bando institucional, pretenden reservarse para sí mismos un papel que nunca jugaron ni en la derrota del terrorismo, ni en la defensa de la democracia.

Sin reconocimiento de culpas no habrá reconciliación ni podrá cerrase esa discusión del siglo pasado. Pero el tema del indulto se presenta como un nuevo hito dentro de esa discusión y en tanto que tal, tiene la potencialidad de abrir caminos para zanjarla. Todo dependerá de la sagacidad con que se dé respuesta a la demanda de indulto sin vulnerar el ordenamiento legal.

Como ya ha dicho más de uno, que Dios ilumine al presidente.


Escrito por

Raul Villanueva Pasquale

Raul Villanueva Pasquale Consultor experto en Derecho Internacional Público, Licenciado en Derecho por la Pontificia Universidad Católica del Perú y Máster en Derecho Internacional por la Universidad Libre de Bruselas. Ha transcurrido buena parte de su vid


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